"Los seres humanos no podemos contaminar el planeta y nuestros cuerpos sin que haya consecuencias, y la infecundidad es una de ellas"
Dra, Christian Northrup, Cuerpo de Mujer Sabiduría de Mujer
Las mujeres a las que se les diagnostica con un problema de infecundidad, y pasan tiempo intentando quedar embarazada por medio de tratamientos de fertilización asistida, son las más propensas a caer en estados de depresión, incluso más que mujeres con cáncer o sida.
"Muchos factores diferentes influyen en la fertilidad, entre ellos la alimentación y el entorno, pero en más o menos el 20 por ciento de los casos de infecundidad se desconocen las causas, es decir, las pruebas exploratorias médicas no logran explicar el problema. Las parejas que están más dispuestas a mirar la conexión mente-cuerpo y trabajar con ella, además de los otros aspectos de la fertilidad, son las que tienen más éxito, ya sea para concebir o para sanar su relación con la fertilidad." (Dra Christian Northrup)
Los factores más comunes (y con frecuencia interrelacionados) que afectan a la infecundidad femenina son los siguientes:
- Ovulación irregular
- Endometriosis
- Un historial de infección pelviana, debida a un DIU o a otra causa, que provoca lesiones en las trompas de falopio.
- Estrés emocional no resuelto que produce sutiles desequilibrios hormonales.
- Problemas del sistema inmunitario, algunas mujeres producen anticuerpos contra los espermatozoides de algunos hombres y no de otros, de igual modo pueden producir anticuerpos contra el óvulo fecundado por algunos hombres y no por otros.
"Un cierto porcentaje de mujeres a las que se les ha dicho que son infecundas por algún motivo «médico», se quedan embarazadas incluso sin tratamiento. La infecundidad no es nunca un asunto completamente claro. Muchos factores físicos, emocionales y psíquicos intervienen en la concepción, tantos, que es ridículo tratar de reducir la fertilidad a un asunto de inyectar la hormona correcta en el momento adecuado. "
La Dra Christian Northrup tiene un enfoque holístico para tratar todos los asuntos de lo femenino, del cuerpo de la mujer, en el libro citado puedes consultar información muy valiosa para conocerte mejor y tratar tu cuerpo y tus ciclos. En esta ocasión me interesa mucho compartir contigo mi visión en el acompañamiento a procesos de infertilidad, y cómo creo que nos toca abordarlos desde una postura consciente y responsable, tanto a quienes acompañamos como a quienes los viven y se ven profundamente afectados por la "mala suerte" de no poder concebir.
Más que seguir perpetuando creencias como que es un castigo divino ante el cual la ciencia tiene todas las respuestas; creo que en verdad quienes están dispuestos a mirar en su interior, en su historia, en su alimentación, emociones, espiritualidad; tienen más probabilidades de transformarse y lograr concebir, o bien aceptar su condición desde la calma y la tranquilidad.
Desde el enfoque terapéutico que yo trabajo, damos espacio a todo lo que podría estar influyendo en un caso de dificultad para concebir, principalmente desde la responsabilidad y el hacerse cargo de lo que es propio, de lo que toca trabajar haciéndole caso; por ejemplo en un caso en el que se han hecho intentos de fertilización in vitro y al momento de ser implantado el ovulo ya fecundando el embarazo no se logra, si la mujer se permite explorar en su vivencia qué está queriendo decir su cuerpo, o la circunstancia puede llegar a sanar de raíz aquello que está obstaculizando su deseo, incluso al grado de no necesitar la fertilización asistida. A veces son rencores, heridas de la infancia, mandatos transmitidos de generación en generación en torno a la maternidad, o al ser mujer, la ambivalencia entre ser mujer trabajadora y productiva o madre.
Esto dice un médico especialista en tratamientos de fecundidad: «Hago todas las intervenciones quirúrgicas de la alta tecnología más avanzada y administro todos los tratamientos hormonales para intentar que una mujer se quede embarazada. Cuando está todo dicho y hecho, todavía no sé quién va a quedarse embarazada y quién no, ni tampoco por qué. Después de todos mis años de estudio, este campo sigue siendo un enorme misterio que no logro dominar».
El enfoque de la ciencia, la tecnología y la medicina están puestos primordial y únicamente en el cuerpo, como si el espacio para la transformación que implica la maternidad fuera sólo físico, si una mujer no se concibe a sí misma como un complejo e intrincado laberinto y no considera que hay muchos rincones de su ser que necesitan ser mirados para poder dar continuidad a la especia, no puede ser un espacio fértil para que la vida se abra paso, desde mi punto de vista este es el punto central también para tener experiencias de parto y crianza saludables, al buscar la maternidad se está asumiendo un cambio rotundo de identidad y eso no siempre se asume fácilmente, siempre habrán obstáculos y resistencias que para poder pasar es necesario ver y enfrentar.
Aplicar la sabiduría Azteca diría una mujer de conocimiento que conocí hace tiempo,
HAZTE-CARGO.
La terapia Pelvic Bowl Root Medicine y otras de las prácticas que promuevo y uso en mis acompañamientos terapéuticos son recursos ya sea para acompañar un proceso de fertilización asistida, o para tomarlos como la principal forma de tratamiento y dar la oportunidad al misterio de poner las cosas en su lugar. El espacio pelvico sostiene y contiene la vida, acumula tu experiencia, tu historia y puede ser el principal mapa para entender tu territorio y llegar al destino que sueñas y anhelas llegar. Reconociéndote como el capitán a cargo, quitando a dios, a la ciencia, a todo eso OTRO a lo que le has otorgado más fuerza y poder que a tu propia capacidad de dar vida.
Con cariño y honestidad
Ana Mizrahi
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