Ayer mi querida madre me dijo esta frase, que es al parecer de Bert Hellinger padre de las constelaciones familiares, en México estamos celebrando el día de muertos, y los últimos tiempos han sido de acompañar procesos de duelo, en mujeres que han perdido sus úteros, o que han tenido perdidas gestacionales o han tenido que acomodar en su vida la perdida de un bebé a muy temprana edad., entregandome a sentir con ellas ese gran hueco, el gran hueco, abismo que llevamos a donde vamos.
Mi sabia madre me dijo esta frase, y claro que me hizo todo el sentido desde que la escuche, desde que decidimos llegar a la vida, ya tenemos un pacto con la muerte, y este será tan particular para cada quien como seres somos en el mundo. Así que el hacernos a la idea de que vamos a morir es inherente a nuestro existir, y esto se matiza mientras vivimos en la relación que tenemos con la falta, con el vacío y la angustia que estos nos generan.
Vamos caminando tomados de las manos, por un lado con la vida y por el otro con la muerte, a veces tenemos experiencias que nos lo reafirman mucho más intensamente; pero siempre tenemos que hacer el ejercicio de entregarnos, soltarnos y vivir; porque la vida vale!!!
Estamos vivos, si te embarazas y tienes miedo de perder al bebé, entrégate y confía, llena de amor la ilusión de ver y tener a tu bebé en tus brazos, voltea de vez en cuando y siente a la muerte tomándote de la mano, para hacerte su amiga, guiñarle el ojo y decirle; te veo, se que me acompañas.
Si tienes hijos y los amas y te da terror que por tu mente pase si quiera el pensamiento de que algo pudiera sucederles, ámalos más aún, ríe, olvida los trastes, canta con ellos, y disfruta el instante, voltea y guiña el ojo, te veo compañera.
Si estás emprendiendo o tienes proyectos en puerta o que ya caminan, y te da miedo el fracaso, entrégate aún más, pon todo tu esfuerzo, arriésgate, haz lo que más miedo te da; voltea y guiñale el ojo a tu fiel compañera.
Si te da miedo perder, algo, una ilusión, una creencia arraigada, una zona de seguridad y confort, tus seguridades, piensa que pueden ser pequeñas cosas que a ti ya no te sirven, ni te hacen ir hacía adelante y ofreceselas a tu fiel acompañante; quizás las aprecie y entonces siga caminando a tu lado en suavidad y compañía.
No temas y vive pequeños estados de muerte y vacío, esos no saberes, las dudas, los miedos, gasta ese dinerito en lo que quieras, ya volverá, pierde el tiempo en tonterías, come lo que se te antoje, disfruta, canta en la calle aunque te vean como una loca, y si te dan ganas baila, aunque parezcas más loca, sabes lo que la gente dirá?
Está viva!!!
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